¡Hola
a todos y a todas!
Os sorprenderá que tras más de 2 años de inactividad en el
blog, esté por aquí de nuevo. Reconozco que lo he tenido un poco abandonado por
diversos motivos, pero vuelvo con algo que tenía reservado para este momento.
Tal día como hoy, 26 de Febrero, hace 108 años nacía Alfredo II, y con él, el
famoso plato “fettuccine Alfredo”, que a día de hoy sigue elaborándose gracias
a su hija Inés.
Foto tomada del perfil de facebook Ristorante il vero Alfredo
Si recordáis la entrada
que escribí sobre el Restaurante “Il vero Alfredo” (pincha aquí si no la has visto) sabréis que me hizo
mucha ilusión contactar con Inés, nieta de Alfredo I. Tanta que hice un viaje a
Roma con mi familia y cenamos en su restaurante. Primero contacté con Inés para
hacer una reserva “especial”, ya que quería darle una sorpresa a mi madre por
su cumpleaños. Cuando reservas por la página web del restaurante (reservas Il vero Alfredo) tienes la opción de
elegir si vas a celebrar un aniversario, un cumpleaños, etc. y si quieres tarta,
vino, flores o zona reservada. Así que, a parte de comentárselo a ella, hice la
reserva.
Cuando
llegamos allí, le dije al camarero que había hablado con Inés por mail, y que
si estaba allí me gustaría conocerla. Ella y su hija Chiara, muy amablemente
salieron a saludarnos a la mesa donde estábamos sentados. Hablamos un poco y
nos dieron una sorpresa increíble. Inés sacó una réplica de los famosos
cubiertos de oro (donados en 1927 por los actores estadounidenses Mary Pickford
y Douglas Fairbanks) para que “la cumpleañera” cenara con ellos. Nos quedamos
alucinados!.
De repente salió el camarero con una bandeja gigante llena de pasta que dejaba un olor... ummmm. Y delante nuestra nos sirvió los fettuccine haciendo ese “baile” con los
cubiertos tan característico.
De postre: tarta (con velas incluidas) y para
rematar, un regalo para la que cumplía años: una taza del restaurante.
Desde
aquí tengo que agradecer el trato que recibimos aquella noche por parte de la
familia Di Lelio. Pasamos un rato estupendo y seguro que volveremos a “Il vero
Alfredo” cuando vayamos a Roma de nuevo.
En la siguiente foto podemos ver a Inés y su hija Chiara, que muy amablemente se hicieron una foto con nosotros.