viernes, 11 de noviembre de 2016

Tiramisù vs. pan de Calatrava. ¿Quién ganará?

Tiramisú

De la misma forma que sucedió con la pizza napolitana (convertida en 2009 en “Especialidad Tradicional Garantizada”, la certificación europea que reconoce un modo de producción tradicional) los pioneros del tiramisú quieren que sea reconocido como el dulce típico de la región del Véneto. Según sus defensores, este típico postre italiano habría sido fruto de las manos de dos vecinos de Treviso: Ada y Roberto. En los años 70, Ada (propietaria de un restaurante) acababa de dar a luz y en el periodo de lactancia tomaba huevo batido con café y bizcochos, una antigua receta que daban a los niños para que tuvieran energía. Ada pensó que podía intentar hacer un postre con la ayuda del pastelero de su restaurante, así que probaron a mezclar esos 3 ingredientes con nata montada, queso mascarpone y alguna cosa más, hasta que consiguieron la textura y el sabor deseado. Según la versión oficial, nació así el tiramisú, pero existen muchas leyendas en torno a su origen. Por un lado se cuenta que nació en el siglo XVII gracias al Duque de Toscana Cosimo III De Medici, ya que los pasteleros más importantes elaboraron un postre en su honor que, por primera vez llevaba café. Otra leyenda cuenta que fue un regalo al primer ministro de Italia en el siglo XIX, pero la más extendida es la que sitúa el origen del tiramisú en un burdel a las afueras de la ciudad; se dice que fueron las mismas prostitutas quienes crearon el postre para dar energía a sus clientes.
Conociendo las diferentes leyendas, ¿de dónde viene la palabra “tiramisù”?. La expresión italiana "mi tira su" sería el equivalente en español a “me lanza arriba”, “me lleva alto”. Por un lado, las primeras personas que lo probaron (por lo bueno que estaba y por el aporte hipercalórico que tenía) decían que “subían al cielo” cuando lo tomaban. Por otro lado, Ada lo hacía para tener energía al igual que las prostitutas y sus clientes. Por tanto se jugó con las palabras, y salió el nombre de Tiramisù.
A continuación os dejo en esta entrada la preparación tradicional de este dulce italiano.

Ingredientes:
- 600 gramos de mascarpone
- 7 huevos grandes
- 300 gramos de bizcochos savoiardi o “de soletilla”, pero de los que son más secos.
- 175 gramos de azúcar
- 250 ml de café recién hecho
- Cacao en polvo
- Recipiente de unos 40x25x7cm.

Preparación:
Comenzamos haciendo café intenso, ya que debe estar recién hecho pero frío. A continuación echamos en un recipiente las claras de los huevos y en otro las yemas. Las claras las introducimos en la nevera y las yemas las batimos con unas varillas junto al azúcar. Cuando la crema esté de un color amarillento, agregamos el mascarpone y mezclamos hasta que todo quede homogéneo. Ahora montamos a punto de nieve las claras de los huevos agregando una pizca de sal. Una vez listas, las mezclamos suavemente con la crema anterior. Llega el turno de montar el tiramisú. Para ello colocamos en el molde una capa de bizcochos con la parte del azúcar hacia abajo y cuando esté cubierto, echamos un poco de café por encima para humedecerlos (sin que lleguen a empapar porque es la base y debe estar consistente). A continuación extendemos por encima la mitad de la crema que teníamos preparada y empapamos muy bien en café los bizcochos que vamos a poner en la siguiente capa, y encima de ellos echamos el resto de la crema bien extendida. Ahora es el momento de espolvorear por encima una buena capa de cacao en polvo. Por último metemos en la nevera como mínimo 5 horas para que se cuaje bien.



Pan de Calatrava

El pan de Calatrava es un postre típico de la cocina de la Región de Murcia elaborado con un fondo de pan que se remoja con huevos y leche. Los postres tienen una gran tradición en la cocina murciana por la influencia de la cocina musulmana, pero también es muy conocido el usar “sobras” del día anterior. Hay que recordar que muchos de los postres que hoy disfrutamos surgieron en una época en la que la escasez de alimentos era toda una realidad. De estas dos influencias nació el pan de Calatrava. Es muy probable que su origen provenga de Calatrava la Vieja o la Nueva (Ciudad Real). El cómo llegó a convertirse en un dulce típico de tierras murcianas o si lo inventaron primero los andalusíes o más tarde los monjes de la Orden de Calatrava, es una duda que siempre estará ahí. Actualmente muchas recetas recomiendan hacerlo con magdalenas o bizcocho, pero usar el pan que tiene un par de días es la versión más auténtica.
A continuación podéis ver la típica receta:

Ingredientes:
500ml. de leche
5 huevos
250gr. de azúcar
Pan del día anterior

Preparación:
Precalentamos el horno a 150 grados.
Para hacer el caramelo, ponemos en un cazo tres cucharadas soperas de azúcar y una de agua. Una vez hecho, lo vertemos en un molde rectangular. Batimos los huevos, añadimos el azúcar y la leche, y volvemos a batir. Ponemos en el molde el pan hecho migas, procurando cubrir toda la base del molde y después cubrimos con la mezcla batida. A continuación colocamos el molde al baño maría y lo dejamos horneando durante 45 minutos aproximadamente hasta que veamos que la mezcla está bien cuajada. Por último retiramos el molde (el caramelo queda a la vista) cuando se haya enfriado y lo dejamos en el frigorífico unas tres horas, ya que este postre se toma frío.

¿Has probado alguno de estos postres?. ¿Cuál de ellos te gusta más?. Deja tu comentario!

viernes, 30 de septiembre de 2016

Los errores más comunes que un extranjero comete con la cocina italiana

La gastronomía italiana es una de las más conocidas internacionalmente y muchas veces ocurre que, en el camino, va perdiendo ciertos aspectos fundamentales. A lo largo y ancho de este mundo se come pasta y pizza pero en la gran mayoría de hogares y restaurantes no se respetan las normas básicas de la cocina italiana tradicional. Una de las más prestigiosas escuelas de cocina de Italia (la academia Barilla), publicó un decálogo con los errores más comunes que los extranjeros cometen con la comida italiana.
Si queréis sorprender a unos amigos haciendo una cena “a la italiana” en casa o simplemente os gusta seguir las tradiciones de otros países diferentes al vuestro, estos son los diez errores que nunca se deben cometer:

1. Ofrecer la pasta como acompañamiento
Ni la pasta ni el arroz deben servirse nunca como acompañamiento. Excepto recetas como la carne “a la milanesa” por ejemplo, la pasta y el arroz se toman como plato principal. En Italia, la guarnición es un espacio reservado casi en exclusiva a las verduras.
Milanesa de pollo con arroz

2. Echarle kétchup a la pasta
Se que no todos lo hacéis, pero es una “salsa” que baña los espaguetis sobre todo cuando van destinados a los niños. La Academia Barilla califica esta práctica como un “pecado culinario”, y no solo el Ketchup, sino el resto de salsas de tomate de bote que en Italia no están nada extendidas. Para triunfar con un buen plato de pasta con tomate, es necesario elaborar una salsa casera, ya que ningún preparado industrial supera las bondades de una salsa elaborada en casa con tomates frescos de temporada.
Si pincháis aquí os iréis directamente a la entrada de este blog donde tenéis infinidad de salsas típicas italianas.

3. Cocer la pasta en agua con aceite
Es muy habitual en España echar un chorrito de aceite de oliva al agua en que se cuece la pasta, una costumbre que no aporta nada a los platos. Además tiene una sencilla explicación: si echamos aceite estamos ayudando a que la salsa que hemos preparado con tanto cariño “resbale” en la pasta y no se adhiera, por lo tanto el plato no tendrá el mismo sabor.

4. Acompañar los espaguetis o macarrones con salsa boloñesa o ragú
Aunque los espaguetis o macarrones a la boloñesa son uno de los platos italianos más populares, si comemos en un restaurante italiano nos será difícil encontrarlos. La famosa salsa suele acompañarse de tagliatelle (tallarines en español), la pasta típica de Bolonia, aunque hay que decir que entre los espaguetis y los tallarines, la única diferencia es la anchura de la pasta (siempre hecha “al huevo”).
Tagliatelle al ragú

5. Usar el pollo como ingrediente de un plato de pasta
En esta ocasión es algo muy típico de EEUU, no tanto de España, que en puesto del pollo utilizamos más el atún, algo que también hacen los italianos.

6. Pedir una ensalada César en Italia
Esta ensalada está presente en las cartas de cafeterías y restaurantes de todo el mundo, pero al contrario de lo que muchos creen, no es una receta italiana, de hecho es muy difícil de encontrar en el país de la bota. Hay distintas versiones sobre su origen, pero todas coinciden en que empezó a servirse en un restaurante en México. Se cree que su inventor, Alex Cardini (italiano de nacimiento), la diseñó en el restaurante que su hermano Cesar regentaba en Tijuana, de ahí que tenga ese nombre.

7. Decorar el restaurante con manteles de cuadros rojos y blancos
El cine ha explotado la imagen del típico restaurante italiano con grandes platos de pasta, jarras de vino, velas y manteles rojos y blancos. Los tres primeros elementos si que podrían ser ciertos, pero no los manteles ajedrezados, que no son típicos ni si quiera de La Toscana, como muchas veces se piensa.

8. Pedir un capuccino después de comer
En Italia el capuccino solamente se toma en el desayuno, nunca después de las comidas, cuando se toma el café espresso macchiato (un solo o un cortado como los conocemos aquí en España).

9. Buscar los Fettuccine Alfredo en Italia
En este blog ya hemos hablado en varias ocasiones de este plato de pasta. Pinchando aquí podéis leer el origen de la salsa Alfredo, y en esta otra entrada os hablo de mi experiencia personal cuando probé los Fettuccine Alfredo en su restaurante de origen en Roma. Este plato de pasta sí es una invención italiana, pero dentro del país no es muy conocido con ese nombre, si no como “Fettuccine al burro” (es decir, “a la mantequilla”).

10. Ir a comer solo
El último punto del decálogo de la Academia Barilla tiene más que ver con las costumbres de la sociedad italiana que con la comida en sí. Según los grandes chefs de la escuela, en Italia nunca se va a un restaurante solo, pues la comida se disfruta siempre en familia o con amigos.

viernes, 26 de febrero de 2016

Il vero Alfredo. Experiencia única

¡Hola a todos y a todas!
Os sorprenderá que tras más de 2 años de inactividad en el blog, esté por aquí de nuevo. Reconozco que lo he tenido un poco abandonado por diversos motivos, pero vuelvo con algo que tenía reservado para este momento.

Tal día como hoy, 26 de Febrero, hace 108 años nacía Alfredo II, y con él, el famoso plato “fettuccine Alfredo”, que a día de hoy sigue elaborándose gracias a su hija Inés.

Foto tomada del perfil de facebook Ristorante il vero Alfredo

Si recordáis la entrada que escribí sobre el Restaurante “Il vero Alfredo” (pincha aquí si no la has visto) sabréis que me hizo mucha ilusión contactar con Inés, nieta de Alfredo I. Tanta que hice un viaje a Roma con mi familia y cenamos en su restaurante. Primero contacté con Inés para hacer una reserva “especial”, ya que quería darle una sorpresa a mi madre por su cumpleaños. Cuando reservas por la página web del restaurante (reservas Il vero Alfredo) tienes la opción de elegir si vas a celebrar un aniversario, un cumpleaños, etc. y si quieres tarta, vino, flores o zona reservada. Así que, a parte de comentárselo a ella, hice la reserva.
Cuando llegamos allí, le dije al camarero que había hablado con Inés por mail, y que si estaba allí me gustaría conocerla. Ella y su hija Chiara, muy amablemente salieron a saludarnos a la mesa donde estábamos sentados. Hablamos un poco y nos dieron una sorpresa increíble. Inés sacó una réplica de los famosos cubiertos de oro (donados en 1927 por los actores estadounidenses Mary Pickford y Douglas Fairbanks) para que “la cumpleañera” cenara con ellos. Nos quedamos alucinados!.



De repente salió el camarero con una bandeja gigante llena de pasta que dejaba un olor... ummmm. Y delante nuestra nos sirvió los fettuccine haciendo ese “baile” con los cubiertos tan característico.


De postre: tarta (con velas incluidas) y para rematar, un regalo para la que cumplía años: una taza del restaurante.

Desde aquí tengo que agradecer el trato que recibimos aquella noche por parte de la familia Di Lelio. Pasamos un rato estupendo y seguro que volveremos a “Il vero Alfredo” cuando vayamos a Roma de nuevo.
En la siguiente foto podemos ver a Inés y su hija Chiara, que muy amablemente se hicieron una foto con nosotros.