lunes, 10 de junio de 2013

El mundo del café


Son varias las historias que surgen para situar los orígenes de esta milenaria bebida. Los que atribuyen su origen al Arcángel San Gabriel, cuentan cómo entregó a Mahoma la primera taza de café en recompensa a sus piadosas vigilias. Aquella taza de café se llamó “qahwa” en honor a la Piedra Negra de la Kaaba en La Meca y que significa fuerza, vigor.
Desde una experiencia más terrenal, la leyenda cuenta cómo un joven pastor yemaní observó cómo su rebaño se comportaba de una forma distinta, brincando y saltando, al ingerir los frutos rojos de un arbusto. El joven se lo cuenta al superior religioso, que tras hervir las bayas y probar la bebida, la arroja junto a los granos restantes por su desagradable sabor. Al caer junto al fuego y comenzar a tostarse, el abad aprecia un agradable aroma. Entonces decide tostar nuevos granos y hacer una infusión. En otras versiones de esta misma leyenda, es el mismo Mahoma quien reveló en sueños al abad el misterio: le mandó recoger los frutos que le había enseñado el pastor, tostar los granos y preparar la infusión, que debía de repartir entre los monjes las noches de vigilia para que sus plegarias fueran más gratas a Alá.
Estas y otras leyendas protagonizadas por curanderos, viajantes o santones, siempre árabes, han pretendido explicar el descubrimiento del café. Es difícil definir el quién y el cuándo, pero estos relatos permiten conocer el dónde: todos ellos coinciden en el origen arábico del cafeto y de su fruto.
El primer registro histórico del café se sitúa en la región etíope de Kaffa, en torno al siglo X d.C. Al Razí, un médico árabe fue el primero en describir la planta del cafeto, el grano y sus propiedades estimulantes “muy apropiadas para combatir la melancolía”. Hacia el S.XVI, se convierte en la bebida social por excelencia del mundo árabe. El café había adquirido tanta importancia y valor, que Arabia quiso reservar la exclusiva de su cultivo y su comercio.
El primer español que probó el café fue Pedro Paez, un Jesuita de las tierras de Yemen y Etiopía. Cuenta la historia que a comienzos del S.XVII, cayó esclavo y atravesó el desierto atado a un camello. Una vez liberado, descubre el Nilo Azul y deja documentado su periplo en un libro, en el que describe cómo había probado una infusión amarga de color oscuro.
Los granos verdes de café llegan en el año 1600 por primera vez a Europa, a través de Venecia, donde se inaugura el primer café europeo, en 1645. A partir de aquí otras ciudades europeas se irán sumando a esta iniciativa: Londres, Amsterdam, Paris...
A España llega en el S.XVIII con el reinado de los Borbones, aunque otras teorías hablan de la introducción a través de unos comerciantes italianos. El primer café que se abrió en España fue en Madrid, en 1764 en la calle Atocha. A lo largo de este siglo el cultivo del café se extendió con fuerza por las Antillas, América Central y Suramérica.

En ESPAÑA hoy día, si observamos en un restaurante a un grupo de comensales, probablemente muchos tomen los mismos platos pero a la hora de pedir el café cada uno lo pedirá de una forma diferente. Los fundamentales son: solo, solo con hielo, cortado (café solo con un poco de leche), bombón (café solo con leche condensada) y café con leche.
Cada región ofrece diferentes recetas, tradiciones y rituales a la hora de tomar un café. Algunos ejemplos de las recetas españolas más especiales son:
- Belmonte (Murcia y Almería): Café con leche condensada y brandy
- Biberón de Milán (Murcia): Café granizado con leche condensada, yema de huevo, vermut, rodaja de limón y canela
- Blanco y negro (Valencia): Café granizado con leche merengada (leche helada con canela)
- Asiático (Cartagena): Servido en una copa especial, se trata de un café con leche condensada, coñac, licor 43, un par de granos de café, corteza de limón y canela molida.
Lo diseñó Pedrín en los años 40 en el bar cartagenero que llevaba su nombre, se sirve en una copa especial y cada año se celebra en Cartagena “La ruta del asiático”, donde participan decenas de cafeterías y la gente va haciendo una ruta, probando los diferentes asiáticos. En su última edición se sirvieron más de 11.650. En la siguiente imagen podemos ver como se hace un Asiático paso por paso.
- Carajillo (Barcelona): Café con aguardiente de orujo, brandi o ron
- Celta (Galicia): Café con azúcar moreno, orujo, 3 granos de café y una rodaja de limón.
- Leche y leche (Canarias): Café largo cortado con leche condensada
- Mediano (Cantabria): Café con leche, entre el cortado y el de desayuno, servido en vaso de cristal. Antiguamente era tradicional introducir una hoja de avellano para aromatizar el café.
- Quemadillo aragonés (Zaragoza): 3 granos de café quemados en ron, con leche
- Resolí (Cuenca): Aguardiente de la sierra, brandy, azúcar, café, peladura seca de naranja y canela.
- Trifásico o tricolor (Barcelona): Café, brandy y leche

En ITALIA, el café es verdaderamente un rito, un componente esencial de cada día, un placer social. Podemos encontrarnos con una gran variedad de cafés. Aquí podemos ver algunos de ellos:
- Caffé espresso: Es una pequeña taza de café muy fuerte. Lo que sería un “solo” en España, pero más pequeño.
- Espresso macchiato (“manchado”): un "solo" con unas gotas de leche. El equivalente a un cortado en España.
- Espresso con panna: igual que el anterior pero con un poco de nata en vez de leche.
- Capuccino: Éste es el café italiano más popular. Es un expreso con un tercio de leche caliente y un tercio de espuma de leche. Se sirve con un poco de cacao o canela en polvo.
- Caffè latte: Abundante leche caliente mezclada con café expreso en la parte superior.
- Caffé Americano: reducido o suavizado con el doble o más de agua de lo normal.
- Caffè ristretto: un “expreso” reducido y concentrado (menos de 20 ml.)
- Caffé doppio: dos cafés expresos en una taza.
- Caffé Lungo: café largo, en el que se emplea más agua con la misma cantidad de café molido.
- Caffè schiumato (espumoso): café solo con espuma en la parte superior.
- Caffè corretto: café solo con unas gotas de algún licor.

viernes, 7 de junio de 2013

LA COCINA DE LAS ISLAS. España



La gastronomía de las ISLAS BALEARES tiene muchas cosas en común  con la cocina catalana y valenciana, y está caracterizada por el influjo mediterráneo. Las islas han sido conquistadas varias veces a lo largo de la historia por franceses e ingleses, lo que ha hecho que exista cierta influencia culinaria. También hay que mencionar que existen diferencias entre la cocina mallorquina y menorquina. La cocina balear es variada (ya que en tan pequeño territorio se han llegado a recopilar unas 600 recetas), laboriosa (por sus lentas, cuidadas y sofisticadas preparaciones), original y, en definitiva, exquisita.

Los tres alimentos más típicos de las islas y conocidos en toda la península son:
- La sobrasada, embutido que se consume de diversas formas: en Mallorca se hornea y se asa, y en Menorca se fríe (a veces se sirve con miel). Un plato típico con este embutido son los huevos fritos al estilo Sòller: consistente en freír los huevos sobre sobrasada y acompañarlo con salsa de leche y verduras.


- La salsa mahonesa o mayonesa, proveniente de Mahón, elaborada principalmente a base de huevo y aceite vegetal. Un plato muy típico es el atún con mahonesa
- La Ensaimada, con forma de espiral y elaborada con masa azucarada horneada, azúcar, huevos y manteca de cerdo.



En cuanto al pescado, el “guisat de peix” (guiso de pescado) y el “peix sec” (pescado seco) son dos de las especialidades gastronómicas de las islas de Ibiza y Formentera. Ambos platos son una verdadera exquisitez para el paladar y forman parte de la cultura gastronómica de las islas.
El “guisat de peix” es un delicioso guiso de patatas y pescado (mero, gallo, raya, emperador, langosta…) aderezado con alioli. El “peix sec” es un producto elaborado de forma curiosa, ya que son los propios pescadores quienes lo preparan aderezándolo con especies y dejándolo secar al sol en sus barcos. La “borrida de ratjada” también es un plato típico de Ibiza, consistente en raya guisada con almendra picada y huevo.
Entre los mariscos cabe destacar los denominados dátiles de mar (moluscos con forma y color de dátil), las “escupiñas” (mejillón exclusivo de la Isla de Menorca) y la cigala mallorquina o la langosta de Menorca, autóctonas de las islas.

Por todas las Islas Baleares podemos degustar las famosas “coques”, una especie de pizza cuadrada con pescado, carne o verduras picadas.



En lo referente a la carne, encontraremos numerosos platos elaborados con carne de cerdo como base. Uno de ellos es el “rostit”, cerdo al horno relleno con un preparado a base de hígado, huevos, pan, manzanas y ciruelas. La perdiz menorquina, el pollo relleno de granada, la pechuga de pavo con salsa de almendras y los pichones en salsa de castañas nos dan una idea de la sofisticación de la cocina isleña.

En cuanto a las verduras, la berenjena es una hortaliza muy popular en Menorca. Con ella se hacen numerosos platos y combinaciones: fritas, al horno, con carne o pescado y también de postre, con miel. Un plato famoso es el “tumbet”, consistente en una capa de patatas bajo otra de berenjenas, cubiertas de salsa de tomate y pimiento.


El “oliaigo” es un plato que antiguamente lo comían los campesinos. Consiste básicamente en cebolla, tomate y pimiento verde todo hervido con aceite de oliva y ajo. En otoño se acompaña con higos, y en la isla de Ibiza le añaden huevos que cuajan en el horno. Otro plato típico a base de verduras es el “trampó”, una ensalada de pimiento rojo, verde y amarillo, cebolla y tomate, todos cortados en trocitos y crudos.



Las hierbas y especias más corrientes son los ajos tiernos y las cebollas, el perejil, el laurel, la canela, la pimienta roja y negra, el azafrán, el hinojo, la menta, el toronjil, el tomillo, la nuez moscada, el clavo y el apio. A menudo se utiliza el zumo de limón para macerar o aliñar, y hasta la peladura para dar gusto.

Concretamente en la isla de Mallorca encontramos una gran variedad de sopas que incluyen pasta, pescado o carne (especialmente de cerdo, llamada porcella). Más originales aún son las cremas, a veces tan espesas que parecen budín. Destacan las de col, pan, tomate, pimentón y ajo.

El queso más conocido es el queso de Maó o Mahón, elaborado con leche de vaca. Nació en el S.XVIII, durante la ocupación británica, gracias a la cría de ganado vacuno. Era tal el cariño que se le tenía que un inglés llegó a decir que 'los italianos prefieren el queso de Menorca al suyo parmesano'. Es de color amarillento, con un aroma que recuerda al de la mantequilla y un ligero sabor ácido.


Los dulcesson una parte de la gastronomía isleña muy importante. Desde la ensaimada, pasando por los Panellets, hasta llegar a los Carquinyols. En este enlace podéis encontrar más información y recetas de éstos y otros dulces típicos de las Baleares.



La gastronomía de las ISLAS CANARIAS constituye un importante elemento de la identidad cultural del pueblo canario. Se caracteriza por su sencillez, riqueza de ingredientes, variedad de productos de la tierra y el mar y por el relativo desconocimiento que de ella se tiene en el exterior. La gastronomía canaria está influida por otras cocinas, sobre todo por la herencia de los guanches y la influencia de la gastronomía latinoamericana, muy especialmente de la venezolana.
Existe gran diversidad de platos que suelen presentarse como entrantes o tapas. Las más conocidas son:
- Papas arrugadas con mojo. Destacan por su originalidad y sencillez. Las patatas se hierven con su propia piel y abundante sal. El condimento indispensable son los mojos, salsas tradicionales entre las que destacan el mojo verde y el mojo picón.
 - Gofio. Es un genuino tipo de harina que se puede servir amasado o mezclado con algún tipo de caldo. Se puede tomar para desayunar también.
- Carajacas, hígados preparados en adobo.



El queso de cabra es el más común en las islas. Tanto el palmero de La Palma como el majorero de Fuerteventura poseen denominación de origen propia. Otros quesos a destacar son el queso de flor de Santa María de Guía y el queso tierno. En algunas islas es tradicional comer el queso asado con mojo.

Entre los embutidos de las islas cabe destacar el chorizo canario en sus diferentes versiones: chorizo de Teror en Gran Canaria, de Chacón en Lanzarote, palmero... Todos ellos se presentan como una pasta blanda y fácil de untar procedente de las partes más jugosas del cerdo. En Canarias se prepara un tipo de morcilla dulce, cuyo sabor se debe a la inclusión de batatas, pasas y almendras.

Gracias a la riqueza de las aguas canarias existen muchas variedades de pescados autóctonos. Entre los más consumidos están la vieja, el cherne, la corvina, la salema, la sama o el bocinegro, y se sirven de múltiples maneras: al horno, a la sal, a la espalda, adobados, fritos, en escabeche… El clima de las islas ha favorecido la conservación tradicional de pescado seco, como los tollos, que suelen servirse en salsa, o las jareas, pescados abiertos y secados al viento, que se suelen consumir asados. Un plato típico es el sancocho canario de cherne, a base de pescado salado hervido, papas, batata, mojo y gofio. En Tenerife se sirve en cazuela.
También se come mucho el pulpo, ya sea en salsa, en su jugo o con un salpicón de verduras y vinagreta; y los pejines o gueldes, un tipo de pez pequeño de la familia del boquerón y la sardina que se consumen fritos o secos.
El marisco más servido como entrante son las lapas acompañadas con mojo verde, y se suelen servir en una sartén.



Las carnes más consumidas son la de cerdo, el pollo, el conejo y la cabra. Algunos de los platos típicos son:
- Puchero canario, equivalente canario del cocido. Es un completo plato en el que las carnes (de res, de cerdo y de gallina) se acompañan de mazorca de maíz, batata, papas, legumbres y hortalizas.
- Conejo en salmorejo. Una preparación de conejo en una salsa marinada.
- Carne de cabra. Ha sido desde época aborigen un alimento muy consumido por las familias canarias. La carne de cabra se elabora especialmente en islas como Fuerteventura. Además, la carne de cabrito, llamado en Canarias baifo, es muy apreciada en celebraciones significativas como la Navidad.

Los potajes de verduras son un primer plato básico en la cocina canaria, y el de berros es el más celebrado. En este enlace podemos encontrar la receta del potaje de berros. Pero igualmente gustosos son el de “bubangos” (receta) y el de “millo” (maíz).

Entre los postres tradicionales cabe destacar el bienmesabe canario, hecho a base de huevo, almendras ralladas, azúcar y limón rallado. Es de textura espesa, granulosa y untuosa. Puede comerse solo o acompañando, por ejemplo, de helado.
El frangollo, está elaborado con harina de maíz, azúcar, almendras y pasas; y las truchas, preparadas principalmente en Navidad, con hojaldre y con distintos rellenos como la crema de batata o el cabello de ángel. Otros postres son la quesadilla herreña, los rosquetes, el quesillo, el Príncipe Alberto, las rapaduras o la leche asada. Un ingrediente típico para los postres es la miel de palma, una miel oscura que se obtiene cocinando la savia de las palmeras.

Entre las frutas, cabe destacar las variedades tropicales que se cultivan en las islas. Las frutas más consumidas son el plátano de Canarias, los higos, aguacates, mangos, papayas e higos picos.

martes, 4 de junio de 2013

LA COCINA DE LAS ISLAS. Italia

La gastronomía de SICILIA está estrechamente unida a la historia, cultura y religión siciliana. Cada región tiene sus especificaciones gastronómicas, así la parte oriental tiene una influencia griega, con una preparación más sencilla y un uso de productos naturales de la huerta, y la parte occidental tiene más arraigo árabe, con una preparación y variedad más rica.
Las conocidas salinas de Trapani, desde donde se extrae desde la antigüedad una finísima sal marina, hacen que sea un ingrediente especial.
Especias y hierbas aromáticas empleadas con frecuencia son: la albahaca, el perejil, la menta, el laurel, el romero o el jazmín. También se utilizan mucho los piñones, las pasas, las almendras o los pistachos.
Algunos de los entremeses o tentempiés sicilianos más conocidos son:
- Panelle: polentas fritas a base de harina de garbanzos, servidas solas o en un bocadillo.
 - Arancini: croquetas de arroz que pudimos ver en la entrada anterior sobre el arroz
- Caponata: es una mezcla de verduras sofritas y sazonadas en agridulce, cuya base son berenjenas, tomates y generalmente cebollas y aceitunas.
 - Sfigghiulata: hojaldre relleno con queso de oveja fresco, orégano y anchoas, o con queso y salchicha seca o salchichón, enrollada y cocida en horno.
- Cassatelle: pequeñas empanadillas fritas rellenas de queso caciocavallo y anchoa.
- Cabucio: bocadillo chato y redondo, pasado al horno y relleno con tomate fresco, anchoas, orégano, pimienta, sal y un hilo de aceite.

En los platos de la cocina siciliana, los ingredientes principales son marinos. El atún tiene un peso acusado, pero no hay que olvidar el pez espada, que lo encontraremos en cualquier mercado siciliano. Particular es la preparación “a la ghiotta” (típico de Mesina) con cebolla, aceitunas, alcaparras y tomate. Algunos de los platos principales de pescado son:
- Boquerones a la siciliana, que podemos encontrar la receta en este mismo blog
- Rollitos rellenos de pez espada o de atún fresco.
- Bacalao a glotona, trozos de bacalao enharinados y fritos con una salsa de tomate, hierbas aromáticas, pasas, piñones, anchoas, aceitunas y patatas.
- Atún a sfincione, rebanadas de atún sazonadas a capas con aceite, sal y orégano, cubiertas con pan rallado, lonchas de cebolla y tomates frescos cocidos al horno.

Las verduras también son consumidas en grandes cantidades, frescas o en cocciones simples. También son usadas en preparaciones particulares. Aquí podemos ver un par de platos típicos a base de verduras:
- Frittedda: a base de alcachofas, escalonias, guisantes y habas sofritas.
- Milinciani, berenjenas en lonchas con pan rallado, queso de oveja, tomates, albahaca y perejil.

En Sicilia también se elaboran platos de pasta muy típicos de la isla, y algunos de ellos (subrayo “algunos” porque hay cientos) son:

- Canelones a la siciliana: rellenos con estofado de novillo y queso caciocavallo
- Cuscús: debe su difusión al influjo árabe y a la presencia de una numerosa comunidad tunecina, y se ha integrado perfectamente en la cocina siciliana, donde prevalece la variante de pescado.
-  Cavatelli, pasta de harina de trigo con forma alargada y con un hueco en el interior.
- Pasta a la carrettiera: toma el nombre de los carreteros ambulantes de Catania; es pasta larga con salsa de tomate crudo, aceite, ajo y albahaca.
- Busiate con pesto trapanés, pasta que se elabora envolviendo rectangulitos alrededor de una aguja de coser. Se sazona con el pesto a la trapanesa: albahaca, tomates frescos, almendras, ajo, aceite y sal.
- Pasta ncasciata: timbal de macarrones con ragú, albondiguillas, huevos hervidos, berenjenas, guisantes y queso caciocavallo, todo pasado al horno
- Raviolis con menta y requesón: típicos de Pantelleria y preparados con el queso fresco local.
- Pasta 'cca muddica: pasta larga sazonada con aceite, ajo y anchoas, atados con miga de pan rallado

La carne se emplea relativamente poco, pero también está presente en las casas sicilianas. Uno de los más conocidos es el farsumagru, becerro o novillo relleno de huevos duros, queso, jamón, tocino, guisantes, pasas y piñones.
Otro plato de carne típico es el Badduzze (albóndigas cocinadas en jugo de tomate, en caldo o a la parrilla con hojas de limón), o la carne agrassata: un asado de novillo cocido a fuego lento con tocino, cebolla, vino blanco, romero, sal y pimienta; quizás de origen francés, es un plato.

No podemos olvidarnos de los quesos sicilianos. Los más conocidos son:
- Pecorino siciliano (DOP). Se produce exclusivamente con leche cruda entera de oveja.
- Ragusano. Su nombre deriva de la zona en la que se produce, la provincia de Ragusa. La leche para su fabricación  se obtiene de la raza bovina Modicana, la más antigua de Sicilia que se encuentra en peligro de extinción.

Naturalmente no podemos obviar los exquisitos helados. Fuera de discusiones acerca de si el origen de los helados es siciliano o no, en la isla encontraremos una amplia variedad de sabores, incluso existen lugares de tradición consagrada en ciudades como Catania, Palermo, o Acireale. Es tal la tradición que muchos sicilianos desayunan con un bollo relleno de helado.

Los dulces son la perla de la cocina siciliana. Destaca la Frutta Martorana, los cannoli, la cassata que resume muchos siglos de historia siciliana, el biancomangiare (un flan muy blanco hecho con almendras desolladas, almidón y leche) o las conchas (pastas de almendra en forma de concha rellenas con mermelada de cedro).
Tampoco hay que olvidar los chocolates, tan sabrosos que muchos se exportan fuera de Italia, como el chocolate de Módica.

La gastronomía de CERDEÑA es rica, variada y con mucho sabor. Se basa en ingredientes sencillos y de pastoreo tradicional. Destacan productos como la pasta, embutidos, quesos, miel, el aceite de oliva y el “carasau”, un pan típico de la zona que nació hace mucho tiempo en Barbagia, por la necesidad de los pastores de un pan que durase durante sus desplazamientos con los rebaños. El Carasau tradicional se presenta en finas y crujientes láminas circulares. También está el “pane frattau” (imagen), igual que el anterior pero sazonado con salsa de tomate y un huevo escalfado encima cubierto de queso de oveja rayado.

Dentro de los embutidos se encuentran el “capocollo” (fiambre hecho de paletilla o cuello de cerdo curado) o el “guancialle” (panceta sin ahumar preparada con careta o carillos de cerdo).

Los quesos son una delicatessen en Cerdeña gracias a su vieja tradición pastoral; la estrella es el “Pecorino Sardo”, con denominación de origen producido exclusivamente en Cerdeña.
El “Fiore Sardo” es fabricado con la leche de oveja nativa de las provincias de Nuoro, Sassari y Cagliari. Recibió la DOP en 1996. Particularmente digno de mención es el Casu Marzu (“queso podrido”), conocido por estar infestado de larvas vivas de moscas. El quesoPeretta” se presenta en piezas de aproximadamente 0,5 Kg., se consume pocos días después de su elaboración y es magnífico si se prepara asado o acompañado con miel.

La carne es bastante buena, ya que la gran mayoría de los animales son criados de manera salvaje o semis-salvaje. Sin duda el plato más típico de carne es el “Porceddu”: cochinillo asado a la parrilla, a fuego lento, suave y crujiente, servido con hojas de mirto en una cama de pan.

En cuanto al  pescado, hay que destacar la lagosta, las parrilladas mixtas (lubina, dorada, sepia, sardina) o la “sa burrida” (cazón cocido con vinagre y nueces). Sobre la costa occidental se produce la “botarga”, huevos de pez (mújol o atún) secados y estacionados. Muchos la rayan sobre la pasta o sobre la pizza, pero se puede consumir también en ensalada, cortada en pequeñas escamas.

La pasta, como en cualquier zona del país, también es una parte importante de la gastronomía de la isla. Encontramos pastas tipicas como los “malloreddus”: se preparan con trigo duro, y tienen forma de grumitos alargados. Frecuentemente se añade a la masa azafrán para darles un bonito color amarillo y un especial aroma. Se acompañan de un suculento ragú de carne de cordero o con salsa de tomate y queso pecorino.
También podemos encontrar los “culurgioni” que son unos ravioli cuadrados, rectangulares o circulares rellenos de ricota, o espinacas o patatas, o la “fregola”, una pasta trabajada a mano formando pequeñas bolitas y tostada al horno, magnífica para preparar menestras o condimentada con salsa de tomate, salchichas y queso de oveja.

En lo referente al dulce hay una gran variedad. A continuación podemos ver algunos de ellos:
- Pistoccus: a base de sémola, azúcar, huevos, leche, manteca y levadura. Tienen forma rectangular y el contorno redondeado.
- Amaretti: galletas hechas a base de pasta de almendras dulces y amargas. También pueden incorporar especias, miel, leche…
- Caschettes: dulce compuesto por un finísimo hojaldre y por un relleno a base de miel, canela, corteza de naranja y avellanas tostadas y trituradas.
- Pardulas: pequeñas tortitas delicadas y sabrosas, rellenas de ricota. Al final de esta entrada podemos encontrar la receta.
- Papassinas: de forma romboidal, hechos con masa de sémola fermentada, huevos, nueces, margarina, almendras y a veces glaseados encima.
- Pirichittus: recuerdan a una bola de nieve, y los ingredientes para su elaboración son: azúcar, limón y naranja. La pasta se hace con huevo, aceite de oliva y harina.
- Sebadas: La pasta no fermentada se trabaja con manteca, que recubre el queso fresco y agriado mezclado con sémola y corteza de limón o naranja rallada. Se le da forma circular y se cocina friéndola en aceite de oliva y cubriéndola enseguida, antes de comerla, con azúcar o miel.

Cerdeña tiene una tradición vinícola milenaria, pero sólo en los últimos años ha elevado la calidad de su vino a buenos niveles; entre ellos, los más conocidos son el Cannonau, el Vermentino, el Moscatel, Monica, Naragus…